Los fallos que no debéis cometer en el informe de prácticas

Este cuatrimestre (o semestre, como les gusta decir a los jefazos) tengo poca carga docente, y eso se nota en el blog, donde últimamente tengo pocas experiencias que contaros sobre mi experiencia docente.

Aun así, algo hay. Tengo un grupo de prácticas de laboratorio de primero, y la novedad es que son físicos. La diferencia es notable, porque meter a un grupo de químicos a hacer prácticas de física no es precisamente como para descubrir el bosón de Higgs. Ellos tienen la mente en la química, y probablemente piensen que dar física no va con ellos; lo que se nota luego. Por otro lado, dar prácticas de física a gente que ha escogido esa carrera como primera opción debe ser algo distinto. O al menos eso pensaba antes.

De momento es así. Los nuevos alumnos que tengo son más despiertos y se les nota mayor soltura en el laboratorio. Aun así, veo que están cometiendo algunos de los mismos fallos en los que caen sus colegas de química, sobre todo en lo de tomar los datos y convertirlos en un informe de prácticas.

Parece mentira, pero muchos alumnos creen que lo importante de las prácticas es ir al laboratorio, lugar con el material, y que luego eso de poner cosas por escrito es algo de rutina. Pues no lo es, y hay fallos tontos que afean el resultado.

Por si os pasa, voy a comentarios algunos fallos que los alumnos cometen a la hora de tratar datos de laboratorio. Si tú eres un alumno, puede que te resulten útiles.

EL REDONDEO. Estoy harto de leer cosas conclusiones tipo “aceleración de la gravedad = 9,781557816 ± 0,02419711 m/s2” Hacer eso deja claro al profe que no has entendido el concepto de error. Un error es, por definición, una medida aproximada de en cuánto te has equivocado a la hora de medir algo. Concretamente, poner “± 0,02419711” lo que realmente significa es “vale, sé que la centésima es aproximadamente 2, y las siguientes no tienen valor significativo alguno, pero oye, tengo una calculador muy chula y con un display que me da ocho dígitos.” Vale, ¿y quién no?

Una de las primeras cosas que enseñamos en teoría de errores es a redondear. En este caso, nos quedamos con la primera cifra significativa (el 2) y ponemos “± 0,02” (salvo que el siguiente dígito, en ese caso el de las milésimas, sea cinco o mayor que cinco; en cuyo caso pondríamos “± 0,03”). Por supuesto, si truncamos el error en la centésima también lo haremos con la medida, de forma que lo correcto será poner “aceleración de la gravedad = 9,78 ± 0,02 m/s2” Es sencillo, fácil… pero os sorprendería la cantidad de alumnos que no caen en el detalle.

EL AJUSTE. Muchas veces se ajusta un conjunto de datos a una recta, y esa recta nos proporciona información. Ejemplo: tomamos un muelle, le aplicamos una fuerza F y medimos un alargamiento x. La relación entre ambas cantidades, si estamos dentro del régimen elástico, es F=Kx, donde K es la constante de Hooke (a veces aparece un signo menos, pero ahora vamos a tomar el valor absoluto así que fuera signo).

Lo habitual en el laboratorio es aplicar diversas fuerzas y medir los alargamientos. Tenemos así un conjunto de datos (F1,x1), (F2, x2) … (Fn, xn). A partir de aquí podemos hacer dos cosas para obtener K. Una es obtener varios valores K1=F1/x1, K2=F2/x2… y hacer el valor medio. Es una posibilidad. Pero esos valores no son exactos y tendrán sus fuentes de error; y nadie nos asegura que K1 y K5 sean igual de correctos, con el mismo error.

Aquí aprovechamos para establecer una relación lineal entre ambas variables. Lo que se hace es un ajuste lineal. Es decir, se hace una gráfica con los valores de x en el eje horizontal y los de F en el vertical. A continuación se calcula la recta de mejor ajuste, que es la que más se aproxima al conjunto de puntos, y de ese cálculo se obtiene un valor de K. De ese modo no solamente sacamos K sino que enseñamos a los alumnos a correlacionar variables; eso es aplicable también a relaciones no lineales.

¿Qué hacen muchos alumnos? Pues pasar de las instrucciones. Los profes nos molestamos en decir que aquí y acá hay que hacer ajustes lineales, lo escribimos claramente en el manual de prácticas y los alumnos no lo hacen. ¿Por qué no, chicos? ¿Es que os caemos mal? En otros casos lo hacen pero no incluyen información importante como el error en la pendiente, o el coeficiente de regresión, que te dice si los puntos realmente forman una recta. No entiendo por qué.

LA PROPAGACIÓN DE ERRORES. Cuando quieres obtener el volumen del cilindro mides el radio r, la altura h y aplicas la relación V=πr2h. Ahora bien, como has cometido errores al medir r y h, esos errores se “propagan” e inducen un error en V. ¿Cómo se relacionan esos errores? Para ello se utiliza la llamada propagación de errores, que los profes explicamos claramente. Es algo en lo que hay que aplicar derivadas parciales, y si no las recuerda vas a tener problemas, así que toca refrescar conocimientos y ponerte las pilas.

O bien puedes inventarte el error, que es lo que algunos alumnos hacen. O sencillamente, no ponen error. Chicos, en serio, es importante. Siempre digo que conocer en cuánto te equivocas es tan relevante como conocer el valor de la medida. Si quieres demostrar que una cantidad vale 3,21, no es lo mismo sacar 5 ± 4 que 5,302 ± 0,008. En el primer caso puede que el valor real sea 3,21 o puede que no, pero estadísticamente es posible; en el segundo caso es prácticamente imposible. Estimar bien el error nos permite saber en cuánto nos equivocamos, así que no seáis vagos y estimadme ese error. Venga.

LAS GRÁFICAS. Una gráfica es una ayuda visual muy poderosa para que la información nos entre por los ojos. Los humanos somos malísimos tratando información numérica pero muy buenos con la información gráfica. Así pues ¿por qué no hacéis bien las gráficas? Estoy harto de ver gráficas pequeñas que casi parece que se avergüencen de salir en el informa de prácticas; gráficas con los valores numéricos de los ejes en letra superpequeña; o con ejes sin rotular, donde no sabes qué se representa ni en qué unidades; o con líneas demasiado finas, puntos muy pequeños, impresión borrosa, y en general todo tipo de fallos que impiden a una gráfica cumplir su misión.

Lo penoso es que ese fallo es sencillamente un problema de vagancia. Ya quedaron atrás los tiempos en que había que tomar papel milimetrado y regla. La gente toma el Gunplot, el Excel, la herramienta informática que sea, y no se molestan en pulir el resultado. Y no me refiero a hacerme una obra de arte sino a detalles como rotular los ejes o hacer una gráfica de tamaño tal que se pueda ver. Es algo que da muy mal rollo porque transmite una idea, y es “mirad, soy un puto vago que pasa de lo que está haciendo.”

LA PRESENTACIÓN GENERAL. A pesar de que las impresoras son baratas, muchos alumnos me presentan trabajos escritos a bolígrafo. Vale, no hay problema con ello, que tampoco todos tenemos una impresora láser en el dormitorio. El problema viene cuando la letra es difícil de leer, se usan rotuladores de fantasía, se dejan tachones, se pegan las gráficas con cola al folio… todo eso es aceptable en primaria pero no mola tanto cuando ya eres adulto. No os digo nada de los informes que me vienen sin grapar, sin un triste clip para unirlos. ¡Y poned vuestros nombres! Todos los años tengo que hacer encaje de bolillos para averiguar quién me ha enviado ese informe “anonymous” Ponedle los nombres al principio o haré un V de Vendetta con vosotros, advierto.

EL TIEMPO DE ENTREGA. Lo habitual es hacer la práctica y entregar el informe escrito en la siguiente sesión, para que el profe pueda irlos corrigiendo y vosotros podáis ver en qué estáis fallando. Al menos, así es como lo hago yo. El problema es que siempre tengo un grupo que no se entera y no me entrega nada hasta el final, si es que lo hacen. Eso no sólo significa que no podréis ir mejorando, es que así ni siquiera puedo evaluarlos, y el perjuicio es para vosotros.

Una variante especialmente tocapelotas es la del que llega a la sesión de prácticas y me dice “el compañero vendrá enseguida, es que ha ido a imprimir el informe de la semana pasada.” Vale, o sea que has tenido toda la semana para hacerlo y ni siquiera os habéis molestado en tenerlo impreso hoy. Eso da una imagen de dejadez y pasotismo que mola cero patatero, chicos.

RTFM. Una vez un compañero del trabajo me llamó a casa, un domingo por la noche, porque tenía un problema gravísimo: no sabía cómo cambiar el fondo de pantalla. Es uno de esos casos de RTFM (Read The Fucking Manual) en los que alguien no se molesta en averiguar algo sencillo. Total, si puedes tocarle las narices a alguien para que te resuelva la papeleta ¿por qué molestarse uno mismo?

Tengo muchos casos de RTFM tanto en la realización de prácticas como en la confección de informes. Son casos en los que el alumno no se ha molestado en leer el guión de prácticas. No sé si será vagancia genérica, aversión a la lectura o alguna tontada milenial de moda, pero no he tenido más remedio que ponerle coto. Cuando alguien me viene a preguntar algo que está en el guión, suelo responderle “¿te has leído el manual?” A veces se limitan a irse y leer, otras veces me dicen que sí, yo digo que no, y resulta que es no.

Lo mismo sucede al entregar el informe. Aquí debe ir un redondeo y no va; allí toca un ajuste lineal y no está. Me consta que han ido a práctica y han tomado todos los datos, así que la única explicación es que sea un ejemplo RTFM. A la larga resulta cansino.

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2 comentarios en “Los fallos que no debéis cometer en el informe de prácticas

  1. Quizá sea buena idea decir a los estudiantes el baremo por el cual se les puntúa. I.e., que ellos sepan lo que se espera que hagan en la práctica les guiaría a hacer todo lo que se espera de ellos. Yo también he hecho prácticas y años más tarde he sido profe de laboratorio en Físicas, y he visto como hay alumnos que realmente están muy perdidos! Sobretodo si es su primera práctica.

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