Si no estáis demasiado distraídos con noticias mundanas como la última polémica futbolera o ganadera, habréis visto la noticia espectacular de este mes: el volcán Hunga Tonga ha entrado en erupción y ha explotado con una fuerza increíble.
La explosión sucedió sobre las 05:10 horas del 15 de enero (hora peninsular española, que usaré a partir de ahora salvo aviso en contrario). Como os habréis hartado de ver imágenes espectaculares por las redes sociales me limitaré a incluir una, un gif con dos sucesiones de imágenes (cada fotograma está separado 10 minutos, creo). Resulta sobrecogedor recordar que esas imágenes fueron tomadas por satélites en órbita geoestacionaria, a más de 36.000 kilómetros de la Tierra (el Himawari 8 japonés a la izquierda, el GOES WEST norteamericano a la derecha).
What I find mind blowing is that we can see this so easily from space, from Geostationary orbit without zooming in at all it's super obvious.
(Left is Himawari 8, Right is GOES West) pic.twitter.com/q0FRzprAY9— Scott Manley (@DJSnM) January 15, 2022
Sin embargo, hubo algo que me llamó la atención todavía más.
Andrew Higgins, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad McGill de Canadá, comentó que, al igual que el Krakatoa en 1883, se esperaba que la onda expansiva de la explosión convergiera, tras recorrer todo el globo, en el punto antípoda y allí se identifiquen, con lo que quizá podría ser detectada con un barómetro. No sé si hay registros a mano del caso Krakatoa, pero si alguien en Medellín (Colombia) los tiene me encantaría echarles un vistazo.
En el caso del Hunga Tonga, el punto antípoda se halla al sur de Argelia, cerca de la frontera con Níger. Podéis comprobarlo en www.antipodesmap.com.
Por supuesto, no solamente se podría detectar allí, y nada mejor como las redes sociales para comprobarlo. En poco tiempo Twitter se llenó de gráficas con picos de presión achacables al volcán. Lo habitual era encontrar un pico de entre décimas y pocos hectopascales (o milibares), dependiendo de la ubicación. Es evidente que en Australia o Nueva Zelanda sería más fácil detectarla, pero el hecho es que se han recibido informes de todas partes del mundo.
Os adjuntaré algunos de los que he visto:
A continuación, dos gifs animados donde se ve claramente cómo el paso de la onda expansiva genera cambios en los barómetros de toda una región:
Estados Unidos
15 minute pressure altimeter change via ASOS NWS/MADIS 5 minute interval data. Shows the shockwave from the #Tongaeruption , feel free to use as you wish. pic.twitter.com/P31Aq1SYku
— daryl herzmann (@akrherz) January 15, 2022
Japón
<トンガの火山噴火の衝撃波か>
今日15日(土)の20時から21時過ぎにかけて、日本全国で一時的な気圧変化が見られました。火山島フンガトンガ・フンガハアパイが午後に噴火した時の衝撃波が到達した可能性があります。https://t.co/p4ofQT1pC8 pic.twitter.com/yEVBFzVxCH— ウェザーニュース (@wni_jp) January 15, 2022
Conforme nos acercamos a la zona de la erupción, el pico aumenta de tamaño. Aquí tenemos un ejemplo.
En el punto antípoda también se notó la señal intensificada, tal como predijo Andrew Higgins.
Y doble salto mortal: datos nuevos desde Alaska que muestran no una sino dos ondas: la que llegó en primer lugar de forma directa, y otra que llegó después de cruzar el globo en sentido opuesto:
Faltan, eso sí, datos de España. Nos encontramos muy lejos de Tonga, pero a pesar de ello sí que ha habido detecciones. Lo vemos en el siguiente post.